Emelina Morillo

Emelina Morillo

sábado, 9 de junio de 2007

Tras bastidores de la visita de Chávez y la exhibición de los Sukoi



Tras bastidores de la visita de Chávez y la exhibición de los Sukoi


Especial.- Se trataba de una especie de humor negro o más bien de una obra de Ionesco. La última visita del Presidente Chávez a la ciudad de Barcelona estuvo signada por una serie de tristes acontecimientos. Francamente lo que dio fue pena ajena. Un importante funcionario regional hizo acto de presencia de barrillero en una motocicleta, cual reina de carnavales o como si estuviera en el Sambódromo. La pita del público “chavista” presente fue estruendosa, ensordecedora, cargada de odios y todo tipo de insultos, particularmente denigrando de la condición sexual del pitado. Algo similar sucedió cuando el propio Presidente lo mencionó en su alocución. Pero lo peor de todo fue la llegada del mayor delincuente de la ciudad de Barcelona al acto: El Alcalde José Pérez Fernández. Este entró caminando y la mayor parte del público presente simplemente lo ignoró. Unos cuantos lo pitaron y hasta lo insultaron y “El gago” de Barcelona se devolvió desafiante a enfrentarlos o a confrontarlos. La masa presente se desbordó. Fue peor el remedio que la enfermedad. El clamor de la audiencia era gritarle: “Fuera, fuera…” al más corrupto de los alcaldes que ha tenido la capital del estado, quien actúa amparado por importantes figuras regionales.

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