Emelina Morillo

Emelina Morillo

martes, 31 de julio de 2007

De Monte Cristo a Salvador Allende.

Un correo que recibí de mi buen amigo y Compatriota Ramón Valencia, el cual comparto con ustedes.
De Monte Cristo a Salvador Allende



En días pasados junto a mi amigo Daniel Landaeta, visitamos con mucho orgullo éste barrio Puertocruzano situado a escasos minutos de nuestra alcaldía. Pasamos por escalones construidos de manera rudimentaria y otros que se formaron gracias a las pisadas que el hombre siembra a su paso. Con mucho entusiasmo nos recibieron los amigos un poco antes de llegar a las ultimas viviendas que conforman el barrio, rostros alegres muestran estas personas, a pesar de las dificultades a las que ellos mismos le dan forma para subsistir, el agua vital e indispensable la llevan a fuerza de dos bombitas colocadas estratégicamente ayudándose una con la otra para poder subir el agua y así llenar sus envases, turnándose cada cierto tiempo así todos puedan servirse, esta practica tan frecuente permite hasta niños de muy corta edad ayuden a sus padres, realizando estas labores que incluyen la puesta en marcha en su parte eléctrica, sin asomo en sus rostros amargura alguna, contrario a aquellos niños llenos de privilegios mostrando su inconformidad cuando alguno de sus juguetes caros les falla por cualquier razón. Tampoco cuentan con servicios de alumbrado más del que ellos colocan a las puertas de sus casas mediante todo tipo de cables que puedan obtener para alcanzar tal distancia y así disfrutar del servicio. Una señora preñada de unos 7 meses de gestación subía con las dificultades obvias, le recomendamos no se agitara y subiera mas despacio, a lo que respondió que recorría todo el cerro mostrando su bolsita con algún alimento para cocinar, casi de inmediato nos agarro la lluvia, permitiéndonos contemplar la rapidez con que se desplazaban las aguas fluviales y el corrientaso que recibió una vecina al tratar de salvar una de sus bombitas de agua. Me quede meditando, y me dije, con una mínima disminución de los gastos publicitarios que ostentan nuestros gobernantes regionales y locales se pudiera evitar muchas de las calamidades que sufren estos y muchos otros COMPATRIOTAS de nuestras comunidades. Reflexionemos señores gobernantes.




PATRIA O MUERTE CON NUESTRO PROCESO REVOLUCIONARIO




Ramón Valencia





Barcelona, 01 del mes de julio de 2007

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