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Donald Mailer Jr.

Esta semana tuve unas conversaciones… bastante interesantes con amigos que conocen del tema de la seguridad y de la diplomacia; discutimos sobre la impunidad con que actúan en Venezuela los delincuentes, estos personajes roban, estafan, y luego aparecen todos los días declarando como si nunca hubiesen cometido una falta, y eso pasa porque los encargados de poner orden en nuestro país, no funcionan. Decían mis compañeros de almuerzo, cómo es posible que un sinvergüenza como Carlos Ortega se haya fugado en las narices de sus custodios, un individuo que en compañía de los otros dos Fernández, casi logran acabar con el puente sobre el lago (habían ordenado a un capitán de un tanquero que lo estrellara contra las bases del puente), culpables de que más de 30.000 profesionales estén buscando cómo sobrevivir, y ellos dándose la gran vida, esos tipos, amigos míos, son criminales y merecen ser tratados como tales. También opinaban de que no se justifica que un gran grupo de delincuentes golpistas estén aquí solicitando asilo, alegando persecución, cuando deberían estar purgando condenas por sus acciones cometidas; gracias a Dios que todas esas solicitudes de asilos forjadas, están siendo examinadas por el servicio de inmigración, y también las otorgadas con anterioridad; ya supimos de una lista que las autoridades esta investigando, y en cualquier momento los detienen y directo hacia el rodeo.

Otro caso es el de ex gobernador Lapi… ¿por qué el Gobierno no está haciendo nada para detenerlo de nuevo?, y algunos indiciados en crímenes (hasta que prueben lo contrario), se creen que tienen patente de corso, para difamar, para escribir e inventar ollas contra la gente y nada pasa, deberían estar presos también, en cualquier gobierno ya se hubiese destituido a todos los jefes policiales y de investigación, no es posible que no se haga nada porque usted, Presidente, no pide resultados, ¿hasta cuándo tanta impunidad?, mire mejor olvídese, destituya a toda esas personas. Presidente no pierda más tiempo, hay que salir de la gente inepta.


… que hay que ponerle mucha atención a los tentáculos del ex masista Gustavo Márquez, hombre que engañó a Hugo Chávez, aprovechó el tiempo que estuvo en el Gobierno, y durante su pasantía por Bancoex dejó una estela bastante cuestionable, El tipo se jubiló con casi 20 millones, dejó allí a dos grandes amigos que son el vicepresidente y el jefe de Operaciones, estos personajes, según empleados del mismo banco, están ofreciéndoles que se vayan a trabajar a Móvil Net y a la Cantv. Según investigaciones que se habían hecho, estos tipos han vivido de las comisiones de más de una docena de empresas que tienen créditos desde el 2003, también están relacionados en el caso de una camaronera llamada "Costhacam". Los miembros de esta empresa, en complicidad con estos personajes que te dije, le han sacado al fondo del convenio Irán-Venezuela, más de 18 millardos, entregados con soportes fantasmas, fíjate hasta dónde engañaron a Chávez que se la pasaban “auspiciando” ruedas de negocios y encuentros empresariales con los grupos golpistas de Miami, representados por los socios de Carlos Fernández (quien desde ahora se llama Pimentón 2, pues aparece en todos los guisos de antes y de ahora ), estos disidentes sí tienen suerte, desde el Gobierno los financian, primero el embajador en Washington, y luego Gustavo Márquez y sus socios, hasta hace poco casi se salen con la suya, les habían aprobado muchos miles de dólares, “para promoción en el exterior”, pero el nuevo presidente del Banco les mando a parar la remesa que iba derechito a las manos de los enemigos del Gobierno. Un militar amigo que trabaja cerca del Presidente… me comentó hace poco que le llevaron al Presidente los informes de esa camaronera, y la sorpresa de Chávez fue tal al enterarse de que el favorecido con los créditos raros había sido Juan Diego Hack, figura ligada a los grupos golpistas, y persona ligada a los enemigos del Gobierno; el hombre estalló en rabia, ese día el edecán de guardia fue el que llevó la peor parte pues el Presidente estuvo todo el día de mal humor.