Emelina Morillo

Emelina Morillo

sábado, 22 de septiembre de 2007

Sobre el PSUV y el rollo de Ameliach...



Tras seguirle un juicio de vicisitudes estalinistas a Francisco Ameliach, los miembros de la inquisición del Psuv, concurrieron a la AN (en la Sala Plenaria) a puertas cerradas para debatir sobre el asunto con la totalidad de los diputados del Gobierno. El tema tomó calor y entonces a alguien se le ocurrió convocar a Chávez, a sabiendas de que la única manera de verlo intervenir y escuchara a las voces contrarias a la inquisición era a través del manos libres. Así se hizo, se conectó al micrófono y entonces se dejó escuchar la voz del Presidente. Preguntó por los históricos (aquellos que vienen siendo diputados desde el comienzo del proceso revolucionario). “Quiero lista”, dijo. “Los quiero a todos presentes”. Luego preguntó por los nuevos. “Todos están presentes”, le comunicó quién llevaba el debate. Hubo el discurso de Chávez para ambos bandos, los llamó a la unidad. Se inició la historia. Diosdado Cabello negó que hubiese recibido un informe (la manzana de la discordia) acerca de la posición de los diputados respaldando a Francisco Ameliach. Acto seguido, Roberto Hernández le respondió airadamente: “¡No sea embustero, usted si conoce del informe porque yo se lo entregué!”. Diosdado guardó silencio. Le tocó el turno a Jorge Rodríguez: “A mí no me han dado ningún informe”, manifestó haciéndose el paisano. Otra vez Roberto: “Yo mismo, personalmente, se lo hice llegar con su hermana, la directora de la Vicepresidencia”. Jorge, extrañadísimo, no supo qué responder. Claro, pensó en esa alcabala que es Delcy Rodríguez, su hermana, quien se empeña en filtrar cualquiera de las cosas que le llegan al vicepresidente. La discusión se extendió. Pero, a pesar del mutismo que mantienen los diputados, quedó claro en el enfrentamiento entre la izquierda y la derecha en la dirección del proceso revolucionario. Por supuesto, con sus incógnitas, como esa inexplicable para muchos, que un derechista como Ameliach sea defendido por la izquierda, al tiempo que es la derecha la empeñada en execrarlo del Psuv. Tremendo trabalenguas ideológico. Pero no, la cosa no es tan simple como parece, Ameliach es el trofeo que ofrece la tendencia gorila a la “izquierdosa”, todo por la suerte de Luis Tascón e Iris Varela.

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